Auto
dictado en una causa ante Tribunal de Jurado en el que se realiza una
ponderación de intereses en conflicto en un caso en el que existe un interés de
los medios de comunicación en poder grabar la totalidad de las sesiones o
acceder a las imágenes grabadas.
El debate está abierto desde hace tiempo. La
respuesta "políticamente correcta" viene siendo la permisiva
absoluta. Reflexionar sobre la incidencia, ya no de la grabación, sino del uso
de las imágenes, de las seleccionadas, en programas de televisión o en redes
sociales, en la actitud de los participantes en juicio, en los jurados; sobre
la incidencia de la valoración extrajudicial de lo que en las sesiones del
juicio sucede sobre las pruebas a practicar en sesiones subsiguientes,
sobre la convicción de los jurados, el riesgo de los juicios paralelos,
resulta, creo, una de las asignaturas pendientes, cuando se habla de
calidad democrática y poder judicial.
El auto analiza los bienes jurídicos en
conflicto y permite abrir un debate que, habitualmente, se ha cerrado en falso
o de manera en la que los jueces se exponen menos a la crítica por parte de
quienes identifican con falta de transparencia lo que es un debido ejercicio de defensa de derechos fundamentales.